Camina con calma y serenidad a traves del ruido y de la prisa y ten presente la paz, ya que puede dar cobijo al silencio. Procura que tus relaciones con los demás sean amistosas sin que te sientas obligado a ello. Expresa tu verdad claramente y escucha a los demás, incluso a los que carezcan de espíritu y a los ignorantes, ya que también ellos tienen su historia. Aléjate de las personas agresivas, pues suponen una tortura para el espíritu. Sé tú mismo; ante todo no finjas sentir afecto por los demás, no seas cínico en el amor, pues en la sequía y la decepción el amor es incesante como la hierba...
Eres hijo del universo, como lo son los árboles y las estrellas. Tienes derecho a existir. Seas consciente o no, es indudable que el universo evoluciona según lo previsto. Por eso, vive en paz con Dios, a pesar de la imágen que tengas de él, de tus fatigas y anhelos.
Desiderata de la antigua Catedral de St. Paul en Baltimore, 1692
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Saxífraga compuesta a partir de una fotografía de Karl Blossfeldt, "Formas primitivas del arte", 1929 |